Transformar nuestro espacio en un lugar saludable, completo y armonioso no es una tarea fácil, pero gracias al color podremos transformarlo de una manera rápida y efectiva.
Seguro ha pasado por tu cabeza lo difícil que puede llegar a ser integrar un color en el espacio, has dedicado horas en Pinterest o internet buscando el mueble ideal y los colores indicados. Pero seguro has pensado, que todo se ve tan bien y bonito como para colocarlo en tu espacio y que en cambio de optar por tonos arriesgados es mejor irse a lo fijo "grises", "blancos y negros"; para evitar errores y futuros dolores de cabeza.
En este blog dedicado al color quiero darte 6 tips para que no vivas más en el mar de tonos neutros y te arriesgues un poco a usar de la gama cromática e introducir los colores en la decoración de tu casas y siempre aciertes. Así podrás probar nuevas combinaciones, usar tu tono favorito sin desfallecer en el intento y disfrutar de ese nuevo espacio. Recuerda que si no te arriesgas, nunca sabrás si lo hiciste bien.
Ahora bien antes de empezar quiero que entiendas que cada color transmite sensaciones y produce efectos que pueden llegar a influir tu estado anímico. Es por eso que es decisivo que elijas el color adecuado para no arruinar por completo un estilo decorativo.
1. Fórmula de proporciones
En definitiva no existe una regla exacta para la decoración, pues todo ello depende del gusto, los materiales que se usen, etc; sin embargo hay una regla general para crear un estilo e introducir un color en la decoración. La llamamos el 60/30/10
No es una fórmula matemática y no quiero que te asustes. Es una regla sencilla que habla del porcentaje de color en la decoración. 60 es el color predominante, 30 el color secundario y 10 el color de acento. Esto resume que en la mayoría de los casos y siempre y cuando no haya otro estilo decorativo, debemos introducir tres colores en la decoración para lograr el equilibrio y la armonía.
2. Base neutra
Si quieres experimentar decorando tu espacio y con muchas ganas de utilizar tu color favorito te recomiendo comenzar por el espacio más pequeño de tu casa, la entrada o el baño, así no te comprometes en un 100% con las nuevas combinaciones. Es importante en este paso que planifiques todo con anterioridad, diseñando un collage o moodboard con los estilos que requieres, seguido de los colores a usar.
Recuerda que es importante no recargar demasiado por eso elegiremos los tonos más claros para que combinen bien entre sí con los tonos más fuertes.
Las bases neutras se pueden trabajar en los elementos más grandes del espacio; sí hablamos de tu sala podríamos decir que este sería el sofá o la pared si los demás elementos son los que llevan el tono fuerte y así con el resto de las habitaciones.
3. Armonía por analogía
Hablamos de los colores que tienen un denominador en común y consiguen una unidad grata a la vista, equilibrada, serena y envolvente. Es una combinación de tonos suaves entre sí pues están muy próximos en el círculo cromático. Un ejemplo sería el amarillo, naranja y rojo. Al usar los tres colores próximos aseguras crear un ambiente en donde los colores son adecuados y combinan entre sí.
4. La pieza estrella
Existe otra forma de añadir color a tu espacio y es a partir de la elección de un punto focal o de atención, esto quiero decir que el toque de color lo llevará la pieza que hemos elegido. Este tip básico es muy útil cuando no te atreves a combinar muchos colores pero quieres romper el punto neutro de color.
Entonces cuando hablamos de punto central debemos pensar que este tono debe ser el que se lleve todas las miradas, atrévete a romper la monotonía usando un tono chillón y llamativo. Si piensas que el sofá es muy arriesgado, opta por destacar el color en los accesorios, en el tapete, los cuadros o en la pared. Así aseguras que cuándo te canses de ver este tono sea mucho más fácil y sencillo cambiarlo.
5. Definir el efecto
Mientras algunos colores trabajan naturalmente, otros por el contrario pueden generar emociones negativas al usarlo. Es importante que pienses que mientras un color puede ser exitoso en un lugar puede que para otro no funcione. Pues está comprobado que los colores además de su función estética pueden causar cierto efecto en nuestras emociones.
Verde: es uno de los colores más relajantes de la paleta pues está asociado con las plantas. Combina todas las tonalidades.
Rojo, naranja y amarillo: colores que energizan un espacio y los llena de vitalidad. Es recomendable usarlos en pequeñas porciones como sillones o cojines.
Azul: es un color que aporta tranquilidad y a la vez imprime un toque de elegancia. Al igual que los tonos marrón, gris, este tono también tiene la función de ser un color neutro.
Rosa: es un color que transmite feminidad e inocencia. Úsalo sin miedo pues funciona tanto para un espacio moderno o más tradicional y aunque esté asociado a estos términos es un color que evoca lo romántico.
Negro: aunque es un tono que transmite tristeza es un tono muy elegante y sofisticado que puede ser usado con cuidado, pero que logra espacios espectaculares.
Los tonos oscuros están muy de moda, sin embargo te recomiendo a que los uses en espacios amplios ya que ayudarán a que se vean más íntimos y acogedores. Pero también puedes obtener un resultado impactante sobre un espacio pequeño y bien decorado. Lo importante es que te arriesgues sin temor y con seguridad.
6. Armonía por contraste
A diferencia de la armonía por analogía los colores contrastes son aquellos que se ubican en el lado opuesto de la gama cromática y se refuerzan mutuamente de manera tal que un mismo color parece más intenso y vibrante. Ejemplo, azul y naranja, amarillo y violeta.
A través de la elección de contrastes podemos lograr espacios muy luminosos, frescos y sobre todo muy alegres y divertidos.
Te invitamos a seguir leyendo nuestros blogs. Si tienes dudas de como organizar tu espacio con colores puedes contactarnos vía Whatsapp o programar una cita con alguno de nuestros expertos en diseño de interiores. (Programar cita)
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